Desde 1968 · Viveros del Valle
La historia detrás de Oskar’s Café
Más que un restaurante–cafetería, somos una casa donde se han servido comidas, cafés y conversaciones por más de tres generaciones.
1968 · Un restaurante de barrio
Oskar’s nació en 1968 como esos lugares sencillos que se ganan el corazón del barrio sin hacer ruido. Mesas de mantel sencillo, comida corrida, café de olla en la mesa y abuelos, tíos, papás y niños compartiendo el pan, el guisado y la plática.
Desde el principio la idea fue clara: comida honesta, porciones generosas y un ambiente donde cualquiera se sintiera bienvenido. No había redes sociales, ni fotos bonitas de café; lo que corría la voz eran las recomendaciones de los clientes que salían satisfechos y regresaban con alguien más.
Una familia, muchas historias
Con los años, Oskar’s se volvió parte de la rutina de muchas familias. Hay gente que nos cuenta que de niño venía con sus papás a comer, y ahora trae a sus propios hijos a desayunar, a la comida corrida o simplemente a tomar café.
Detrás del mostrador y de la barra ha estado siempre la misma familia, cuidando los detalles, conociendo a los clientes por nombre, sabiendo cómo toman su café y cuál es su guisado favorito. Somos un lugar pequeño, pero con memoria larga: recordamos caras, historias, temporadas buenas, temporadas difíciles y todas las manos que han ayudado a mantener vivo este espacio.
Del café de olla al espresso
Durante muchos años, el café fue el clásico acompañante de los desayunos y la comida corrida. Café de olla, lechero, ese café sencillo que se sirve sin pretensiones pero con cariño.
Con el tiempo, empezamos a enamorarnos más profundo del café: espresso bien extraído, cappuccino, latte, flat white, frappés, smoothies y bebidas frías que conviven con lo tradicional. Así nació la idea de transformar Oskar’s en una cafetería–restaurante: un lugar donde pudieras comer rico y también disfrutar un café al nivel de cualquier coffee shop, pero sin perder la esencia de barrio.
Hoy preparamos americanos, capuchinos, lattes, lecheros, café de olla, frappés y smoothies que puedes disfrutar en la mesa o llevar contigo en el camino.
Lo que somos hoy
Hoy Oskar’s sigue siendo el mismo lugar cálido donde se sirve comida corrida entre semana, desayunos con café los fines de semana y un menú de bebidas que crece poco a poco.
Queremos que cuando entres sientas tres cosas:
- Comunidad: que se note que no eres un ticket más, sino una persona con nombre y mesa.
- Calidad: que tu café esté bien hecho, tu comida bien servida y el servicio atento.
- Calor de casa: que puedas venir solo, en familia, con amigos o a trabajar un rato, y te sientas cómodo.
No buscamos ser un lugar perfecto, buscamos ser un lugar auténtico, donde se nota que hay trabajo, historia y corazón detrás de cada plato y de cada taza.
Hacia dónde vamos
El sueño ahora es sencillo pero grande: que Oskar’s siga lleno de vida, que el café tenga cada vez más peso, y que la nueva generación pueda tomar la estafeta para que los abuelos descansen y la historia continúe.
Estamos construyendo poco a poco:
- Una barra de café más fuerte, con bebidas pensadas para llevar o disfrutar con calma.
- Promociones y experiencias que incentiven a probar cosas nuevas sin perder lo clásico.
- Una comunidad alrededor del café, la comida y las conversaciones honestas.
Todo lo que hacemos —desde el menú hasta esta página web— tiene la intención de que más personas conozcan Oskar’s, se enamoren del lugar y quieran volver.
Cuando vengas, siéntete en casa
Si es tu primera vez, gracias por darnos la oportunidad de contarte quiénes somos. Si ya has venido, gracias por ser parte de esta historia.
Pasa a la barra, pregunta por nuestras bebidas, siéntate a desayunar o a la comida, y deja que Oskar’s haga lo que ha hecho desde 1968: servir comida y café que saben a hogar.
Ver menú de bebidas